Hay muchas cosas que uno necesita cuando se es padre, una de ellas es espacios públicos adecuados. Por ejemplo aquellos donde tu bebe pueda gatear con libertad y sin miedo a un golpe en la caída, para lo cual resulta ideal el césped artificial.
Resulta por tanto penoso que existiendo un espacio de estas características, y debido a la dejadez del ayuntamiento, sea dicho espacio tomado casi todos los días por vándalos que van soltando basura y desperdicios de todo tipo a su paso (cáscaras, envases, vasos, etc..).
Que además las criaturillas no dudan en entretenerse destrozando el escaso mobiliario de dicho parque.
Y que además como no debe resultarles conveniente para sus botellanos que dicho parque se cierre por la noche, deciden fabricarse una entrada a medida, que a ellos nadie les dice que no.
Y si, me diréis, existen otros parques en mi localidad (Alcalá de Guadaira), pero ninguno con cesped artificial (y menos aun con natural), y cuando vives en un piso de tamaño stándart de menos de 75 m2 donde debes vigilar a cada segundo el gateo de tu bebe para que no tropieze con cables, libros, quicios, plintos, etc..., un parque como el descrito y en buen estado resulta una delicia y un enorme disfrute.
Pero claro, una cosa es afirmar preocuparse por las familias y el bienestar infantil y otro ponerse manos a la obra, que las palabras son gratis y los hechos (el mantenimiento y adecentamiento) cuestan dinero...
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