Continuando con la entrada anterior otro ejemplo de buen trato, en este caso del restaurante Fogón de Leña, situado en Sevilla detrás del hotel los lebreros. Estas navidades había reservado mesa en dicho restaurante para cinco personas y para el día 25. Por problemas personales no pude acudir ni llamar para anular la reserva.
Para mi sorpresa me llamaron dos veces durante el día, y al cogerlo la tercera, se interesaron en porque no había podido acudir, ya que mantuvieron todo el día la mesa reservada, y todo de la manera mas atenta y educada.
Huelga decir, que aunque solo sea con mi mujer acudiré esta semana a comer y dejaré una buena propina :).
Y también huelga decir que si no hubiera mantenido la reserva al ver que no aparecía y no hubieran llamado o lo hubieran hecho de manera poco educada no haría lo dicho en el párrafo anterior.
Huelga decir, que aunque solo sea con mi mujer acudiré esta semana a comer y dejaré una buena propina :).
Y también huelga decir que si no hubiera mantenido la reserva al ver que no aparecía y no hubieran llamado o lo hubieran hecho de manera poco educada no haría lo dicho en el párrafo anterior.
Me pare muy buen comportamiento, tanto por parte del restaurante, como por tu parte. Aunque entiendo que es una auténtica faena haberles dejado la mesa sin ocupar, lo cierto es que no me hubiera extrañado que te llamaran gritando o con malas formas que, desgraciadamente, es casi habitual hoy en día.
ResponderEliminarCreo que hay que "premiar" a los establecimientos y empresas que tienen comportamientos profesionales, simplemente, utilizando sus servicios. Es una forma de filtrar los negocios verdaderamente profesionales de los que no, facilitando que los buenos continúen funcionando y penalizando los beneficios de los nefastos. Yo he prometido no volver a algunos restaurantes que, después de varias oportunidades, han seguido comportándose fatal. No sé qué pasa de unos años a esta parte, que la atención en restaurantes, sobre todo los más baratos, ha decaído enormemente, llegando a fastidiarte una cena porque los camareros pasan olímpicamente de ti, no toman correctamente la comanda, etc.
Finalmente fuí y comí estupendamente a un precio no muy elevado, además con el detallito de la copa de cava que te ponían al final de la comida :).
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