Y todo en un entorno extremadamente hostil (en cierta parte se manifiesta que la tasa de supervivencia de los recien llegado es poco mas del 50%) y con una población formada principalmente por "trasladados" forzosos (librepensadores, criminales o cualquier otro elemento "incomodo" para la sociedad terráquea), que además tras la aclimitación a la baja gravedad lunar no pueden volver a la tierra, pues serían casi incapacitados físicos (como bien saben los astronautas que pasan largas temporadas en la estación espacial internacional).
Y a pesar de todo ello reina la paz y la calma y las tasas de crimenes y delincuencia son prácticamente inexistentes en relación a la cantidad de población....
Y claro, esto me recordó a otro famoso planeta-prisión de la ciencia-ficción, con también un entorno hostil, pero con otro resultado, Salusa Secundus, lugar de origen de los miembros las legiones Sardaukar imperiales. Planeta donde intencionadamente son enviados convictos de toda la galaxía, de forma que quienes sobreviven a dicho entorno se convierten en sanguinarios soldados dispuestos a todo por el emperador Corrino.
Y claro, también encontramos analogías históricas, como EEUU o especialmente Australia con sus colonías penales que desde el XVIII y especialmente a partir de 1776 y durante 80 años recibieron mas de 150.000 convictos. Y que en ambos casos no resultaron ser ejemplos de sociedad democrática, realizando ambas un genocidio total de la población aborigen, genocidio que en el caso australianó continuó hasta los años 70 del siglo XX (con separaciones forzadas de los niños de sus familias aborígenes) y por el que el gobierno se vio obligado a pedir disculpas publicamente.
Pues eso, un punto de vista el de Heinlein que chirría (al menos a mi) por lo utópico de su planteamiento y que (siempre a mi entender) ha hecho que la novela envejezca mal.
¿Vosotros que opináis?
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